Con El Correr Del Tiempo Ha Sido Retratada Como Una Víctima Que Vivió Secuestrada Por Su Madre E Incluso Hay Quienes Consideran Que Su Situación Califica Como Defensa Personal.
Todo se descontroló con rapidez. Dee Dee siempre
tenía una nueva idea sobre lo que estaba mal con Gypsy, un nuevo doctor, una
nueva droga. Una vez trabajó como asistente de enfermería; tenía facilidad para
recordar y mencionar terminologías médicas. Esta sobrecarga de información era
una especie de muralla alrededor de la madre y la hija. Dee Dee parecía tener
todo bajo control. Sabía mucho, y no había pregunta para la que no tuviera
la relación de Dee Dee con su familia, que nunca
fue buena, empeoró. La causa no está clara (Intenté contactarme con su padre,
Claude Pitre, en varias ocasiones, pero nunca pude hablar directamente con su
familia). Comenzó a tener problemas con la ley, generalmente infracciones
pequeñas, como escribir cheques sin fondos. Finalmente Dee Dee se mudó a
Slidell, dos horas al norte y al límite de Nueva Orleans, a través del lago
Pontchartrain.
Dee Dee y Gypsy pasaron sus años en Slidell
viviendo en hospicios públicos y visitando doctores de la universidad médica de
Tulane y el hospital de niños. Dee Dee contó a los doctores de ahí que Gypsy
tenía ataques cada varios meses, de modo que la pusieron bajo medicamentos. Dee
Dee insistía en que Gypsy tenía distrofia muscular, incluso luego de que una
biopsia confirmó que no era así. Según Dee Dee, también tenía problemas de
vista y oído, visión reducida e infecciones frecuentes en los oídos. Los
doctores la trataban con diligencia. Si Gypsy tenía un resfriado o tos, era
llevada a la sala de emergencias.
En 2005, el huracán Katrina golpeó a Slidell. Se
cortó la energía durante semanas. Madre e hija se presentaron en un refugio de
cuidados especiales en Covington, Louisiana, con fotos de su viejo apartamento
en ruinas. Dee Dee le dijo al personal del refugio que no tenía la historia
médica de Gypsy porque había sido destruída en la inundación.
Janet Jordan, uno de los doctores del refugio, era
de la región de las Ozarks (se negó a ser entrevistada para este artículo). En
el refugio quedó encantada por Gypsy. Aparentemente, fue
ella quien le sugirió a los Blanchards mudarse a Missouri.
La historia de una madre y una hija discapacitada
sin lugar a donde ir fue irresistible para la prensa local. También funcionó
con las organizaciones de caridad. En Septiembre de 2005 se les pagó un pasaje
aéreo a Missouri, donde rentaron una casa en Aurora. Vivieron allí hasta que se
mudaron a la casa de Hábitat para la Humanidad de West Volunteer Way en Marzo
de 2008.
Si bien Gypsy había estado involucrada con
caridades para niños con discapacidades desde muy temprana edad (a menudo se
quedaba en las casas de Ronald McDonald), este fue sin duda el mayor beneficio
al que Dee Dee pudo acceder. Esto pareció abrir sus ganas de obtener más.
Durante su estadía en Springfield, obtuvieron vuelos gratis de una organización
de pilotos voluntarios, estadías en una hostería para pacientes con cáncer,
viajes gratis a Disney World mediante varias organizaciones de caridad (Ninguna
de las organizaciones con las que los Blanchards dijeron tener vínculos hizo
comentarios al respecto).
Dee Dee mantenía a Rod al tanto del paradero de su
hija y de su condición médica. Incluso mientras lo retrataba ante doctores y
nuevos amigos en Missouri como un drogadicto que abandonó a su hija. Mientras
tanto, Rod y Kristy hablaban seguido con Gypsy. Siempre hablaban sobre
visitarlas, pero “por una u otra razón, nunca pudimos”, dijo Rod.
En ocasiones, habían ciertas señales sospechosas.
Rod dijo que cuando llamó a Gypsy para hablar en su cumpleaños número 18,
estaba entusiasmado por hacerle todas las bromas que los padres hacen a sus
hijas que se convierten en adultos. Pero dijo que Dee Dee interceptó la llamada
para recordarle que Gypsy no sabía su verdadera edad. “Ella piensa que tiene 14
años”, dijo Dee Dee. Le pidió que no perturbe a Gypsy al decirle otra cosa. Rod
le obedeció.
“Creo que el problema de Dee Dee fue que comenzó
una red de mentiras de la cual no pudo escapar”, dijo Rod. “Se envolvió de tal manera
en ella que fue como comenzar un tornado en el que quedó totalmente
comprometida. Una mentira debía cubrir otra mentira, que a su vez cubría otra
mentira, y así vivía su vida”. Rod y su familia nunca vieron la historia en las
noticias locales de Missouri sobre Dee Dee y Gypsy. No sabían nada sobre sus
viajes y beneficios de caridad, excepto por lo poco que les contaba Dee Dee.
Todo eso cambió en Junio pasado al mediodía, cuando
Rod llamó a Kristy entre llantos. Recibió una llamada de la hermana de Dee Dee;
Dee Dee estaba muerta y Gypsy desapareció. “Me volví loca pensando que la
habían llevado a algún lado para dejarla morir”, dijo Kristy. Y si rescataban a
Gypsy, continuó, “¿Cómo iban a cuidar de ella, si era Dee Dee quien sabía todo
sobre sus cuidados?”
La primera vez que Rod vio caminar a su hija fue en
un informe de noticias sobre la audiencia procesal de Gypsy en Wisconsin. Nadie
los preparó para eso; Kristy encontró el video en Facebook. Rod estaba tan
confundido cuando lo vio que su primer reacción fue, “Estaba realmente feliz de
verla caminar”.
Cuando el abogado de Gypsy les mostró el reporte de
la autopsia de Dee Dee, Kristy se demoró leyendo la parte sobre su cerebro. El
abogado le preguntó por qué.
“Quiero saber qué demonios pasaba por su cabeza”,
dijo Kristy. “¿Qué hay en su cerebro que provocó toda esta mierda?”
La historia clínica de
Gypsy es esclarecedora. En 2001, los doctores de la universidad médica
de Tulane realizaron exámenes de distrofia muscular en Gypsy. Los resultados
fueron negativos. De hecho, todos sus exámenes cerebrales y espinales salieron
relativamente limpios. Estos registros sobrevivieron al huracán Katrina. No
obstante, Dee Dee no dejaba de insistir a doctores de Louisiana y Missouri que
Gypsy sufría de distrofia muscular. Según indican estos registros, la mayoría
de los doctores parecen haberle tomado la palabra y no investigaron más allá de
eso. En su lugar, procedieron a tratar a Gypsy por diversos problemas de
visión, oído, sueño y salivación que podían ser derivados de una distrofia
muscular. (Los registros que revisé para este artículo parecen haber cubierto
solamente una parte de los cuidados de Gypsy. Es imposible saber si existen
otros registros importantes).
Algunas intervenciones fueron quirúrgicas. Los ojos
de Gypsy fueron operados reiteradamente por supuestas deficiencias. Se le
pusieron diversos tubos en las orejas por supuestas infecciones en los oídos.
Le facilitaron un tubo de alimentación y comía muy poco por vía bucal,
sobrevivió hasta sus veintes con latas de PediaSure, un reemplazo
de comidas. Sus glándulas salivales fueron inyectadas con Botox y luego
extirpadas porque su madre se quejó de que salivaba demasiado. Los dientes de
Gypsy se pudrieron y debieron ser extraídos, aunque es difícil precisar si fue
por una mala higiene bucal o por una mezcla de medicaciones y desnutrición.
En resúmen, las invasiones al cuerpo de Gypsy en
nombre de enfermedades que resultó no sufrir fueron serias, y prolongadas. Es
difícil decir ahora si alguno de estos tratamientos fue realmente necesario. Lo
que no es difícil es afirmar que todo esto comenzó cuando Gypsy era demasiado
joven y casi no podía comunicar a figuras de autoridad — ya sea su madre o sus
doctores — sobre lo que sentía.
Por su parte, los doctores no tuvieron en cuenta
las incontables señales de que las historias de Dee Dee no tenían sentido — ni
siquiera Robert Beckerman, el doctor de sueño que revisó a Gypsy tanto en Nueva
Orleans como en Kansas City. En su lugar, publicó su tratamiento de Gypsy en el
newsletter del hospital y mencionó repetidamente en sus registros médicos que
ella y Dee Dee eran su “madre e hija paciente favoritas”. (Beckerman no
respondió nuestro pedido de comentarios para esta historia).
Hubo una excepción. En 2007, un neurólogo
pediátrico llamado Bernardo Flasterstein consultó el caso en Springfield y
comenzó a sospechar. En una conversación telefónica reciente, Flasterstein me
dijo que tuvo sus dudas desde la primera vez que vio a Dee Dee y Gypsy. Las
historias de Dee Dee sobre la legión de enfermedades de Gypsy no lo
convencieron. En sus notas para el doctor de cabecera de Gypsy luego de su
primer visita, escribió en negrita y subrayado: “La madre no es una buena
historiadora”.
También escribió que había una “distribución
inusual” en las debilidades de Gypsy para un paciente con distrofia muscular.
De cualquier modo, dijo Flasterstein, le dio al caso el beneficio de la duda y
envió a Gypsy a realizarse todas las pruebas de rutina, exámenes de sangre y
resonancias magnéticas. Todo salió normal. “Recuerdo haberle pedido que se
ponga de pie”, me dijo, “¡Y podía sostener su propio peso!” Habló con Dee Dee y
le dijo “No veo ninguna razón por la cual no pueda caminar”.
Entre sus visitas con Gypsy, Flasterstein rastreó
al doctor que revisó a Gypsy en Nueva Orleans. El doctor le dijo que la biopsia
muscular había dado negativa para distrofia, y que el neurólogo anterior de
Gypsy se lo había explicado a Dee Dee. Al ser confrontada con este problema, Dee
Dee dejó de acudir a estos doctores en Nueva Orleans.
“Analicé todos estos factores, y luego de hablar
con su pediatra anterior”, escribió Flasterstein in en el archivo, “existe una
gran probabilidad de Munchausen por delegación, quizás con alguna etiología
desconocida latente que explique sus síntomas”. Luego de esa visita, Dee Dee
dejó de verlo. “Imagino que leyó mis notas”, dijo Flasterstein. Recordó que las
enfermeras le contaron que al salir de su oficina durante su última visita, Dee
Dee se quejaba de que él no sabía lo que decía.
Flasterstein no siguió el caso. Me dijo que en la
red de doctores de Springfield que visitó Dee Dee “todos creyeron su historia”.
Recuerda que le dijeron que las tratara “con guantes de oro”. Dijo que pensó
que si reportaba el caso a servicios sociales, tampoco le creerían.
Al pensar en el caso hoy, Flasterstein se lamenta
por no haber hecho más. Dice que éste fue el segundo caso de Munchausen que vió
en su carrera de más de dos décadas. Escuchó sobre el asesinato cuando una ex
enfermera de su oficina le escribió al respecto el año pasado. “Pobre Gypsy”,
me dijo. “Sufrió todos esos años, sin ninguna razón”. Hubiera deseado “ser más
agresivo”.
No fue la única oportunidad que las autoridades
pasaron por alto. En otoño de 2009, alguien realizó una llamada anónima al
departamento de policía de Springfield pidiendo un chequeo de bienestar. La
persona dijo que dudaba que Gypsy sufriera de todas las enfermedades que decía
su madre (Flasterstein dijo que él no fue quien hizo la llamada). La policía
condujo a la casa, pero Dee Dee los tranquilizó. Les dijo que la razón por la
que a veces usaba datos de nacimiento inconsistentes o cambiaba su nombre era
para esconderse de un esposo abusivo. Nadie llamó a Rod Blanchard, ni corroboró
estas declaraciones. La policía aceptó la explicación. Gypsy “sí sufre de un
tipo de discapacidad mental”, escribieron en su reporte. El caso quedó cerrado.
En una ocasión Gypsy intentó escapar de su madre.
Se encontró con un hombre en la convención de ciencia ficción a la que
asistieron Kim Blanchard y su esposo. Gypsy y este hombre habían comenzado a
hablar por internet. En ese momento, Febrero de 2011, Gypsy y Dee Dee hacían
creer a todos que ella tenía 15 años (en realidad, tenía 19 años). Según Kim,
el hombre tenía 35 años. Llevó a Gypsy a su cuarto de hotel. Con ayuda de las
autoridades de la convención — “Éramos muy sobreprotectores de ella” dijo Kim
Blanchard — Dee Dee los encontró. Aparentemente, golpeó la puerta del cuarto de
hotel, le mostró documentos que mostraban que Gypsy era menor de edad, y el
hombre dejó que Gypsy se fuera. (No pude contactarlo para este artículo).
Luego de este incidente, Dee Dee se enfureció al
punto de hacer una escena. Destruyó la computadora familiar con un martillo y
maldijo a la internet con sus amigos. Con el tiempo reemplazó la computadora,
pero Gypsy solo podía usar internet bajo supervisión de Dee Dee. Según Kim
Blanchard, varios meses después de todo esto Gypsy se calmó, aunque “se
comportaba como una niña normal que se había metido en problemas”.
información sacada de: https://www.buzzfeed.com/michelledean/dee-dee
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